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Esto es lo que debes saber sobre el coronavirus

Las últimas noticias sobre la COVID-19 y respuestas a preguntas frecuentes.

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A medida que la pandemia entra en su cuarto año, sigue siendo especialmente importante que los adultos mayores que corren mayor riesgo de enfermar gravemente y morir a causa de la COVID-19 se mantengan informados sobre los últimos acontecimientos relacionados con la enfermedad, incluidos nuevas variantes y tratamientos. Este es un resumen de las noticias recientes sobre el coronavirus que son particularmente relevantes para las personas de 50 años o más, seguido de respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes sobre la COVID-19.

Últimas noticias sobre la COVID-19

La COVID fue la cuarta causa principal de muerte en el 2022 (5 de mayo). Las tres principales causas de muerte para las personas en Estados Unidos durante el 2022 fueron las enfermedades cardíacas, el cáncer y las lesiones no intencionales, según los nuevos datos provisionales (en inglés) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). COVID-19, que fue la tercera causa de muerte tanto en el 2020 como en el 2021, pasó a un cuarto lugar debido a "la gran disminución de las muertes asociadas a la pandemia", escriben los autores del informe. Más de 1.1 millones de personas en Estados Unidos han muerto a causa de la COVID-19 desde el comienzo de la pandemia en el 2020, y más del 90% de las muertes se han producido entre personas de 50 años o más. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la pandemia de COVID-19 ya no es una emergencia (5 de mayo). El 5 de mayo, la OMS anunció que si bien la COVID-19 sigue siendo una amenaza, ya no es una emergencia mundial. Algunos países están experimentando casos más altos que otros, y los expertos están vigilando de cerca una nueva cepa de ómicron que se está propagando en muchas áreas. “Lo peor que cualquier país podría hacer ahora es usar esta noticia como una razón para bajar la guardia, para desmantelar los sistemas que ha construido, o para enviar el mensaje al pueblo de que ya no hay que preocuparse por la COVID-19”, dijo en una conferencia de prensa el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. En Estados Unidos, los casos positivos, hospitalizaciones y muertes reportados debido a la COVID-19 continúan disminuyendo desde el pico del invierno, según datos federales. Aun así, se registran más de 1,000 muertes semanalmente. 

Los funcionarios de salud están a favor del segundo refuerzo actualizado (19 de abril). Las autoridades de salud de EE.UU. han dado luz verde para que las personas de 65 años o más y aquellas con sistemas inmunitarios comprometidos reciban una segunda vacuna bivalente. Los adultos mayores ahora pueden recibir un segundo refuerzo al menos cuatro meses después de haberse administrado su primera inyección específica contra ómicron. Las personas con sistemas inmunitarios debilitados pueden recibir un segundo refuerzo dos meses después del primero. Y después de eso, quienes tienen sistemas inmunitarios gravemente comprometidos son aptos para recibir más dosis de refuerzo a discreción de su proveedor de atención médica. Las dosis de refuerzo adicionales continuarán siendo gratuitas. Los funcionarios de salud también decidieron retirar las vacunas originales ARNm de Pfizer-BioNTech y la monovalente de Moderna a favor de la fórmula actualizada que se usa para combatir las subvariantes de ómicron, así como el coronavirus original. 

Concluye la emergencia nacional por COVID (10 de abril). El presidente Joe Biden aprobó una resolución para poner fin a la emergencia nacional relacionada con la pandemia de COVID-19. Se tenía planeado que la emergencia nacional, emitida por primera vez en el 2020, caducara el 11 de mayo, junto con una emergencia de salud pública por separado, que todavía está en vigor. La emergencia nacional otorgó ciertas flexibilidades regulatorias para ayudar a los proveedores de atención médica y a los estados a responder a la pandemia. Por ejemplo, se requirió que los planes Medicare Advantage cubrieran servicios proporcionados en centros fuera de la red que participaran en Medicare. El final de la emergencia de salud pública provocará cambios más notables, cuando más personas tengan que pagar de su bolsillo por pruebas, tratamientos y vacunas para la COVID-19.

Vacunarse y tomar Paxlovid puede disminuir el riesgo de padecer COVID prolongada (23 de marzo). Un nuevo estudio (en inglés) publicado en la revista JAMA Internal Medicine encontró que las personas que recibieron dos dosis de la vacuna contra la COVID-19 tenían un 40% menos de probabilidades de presentar COVID prolongada en comparación con las personas no vacunadas. Otro estudio (en inglés), también publicado en JAMA Internal Medicine, encontró que tomar Paxlovid, el nombre comercial del medicamento nirmatrelvir, dentro de los cinco días de haber tenido una prueba positiva de coronavirus se asoció con un menor riesgo de COVID prolongada, independientemente del estado de vacunación y los antecedentes de infecciones previas. “Estos hallazgos sugieren que el beneficio que presenta nirmatrelvir para la salud puede extenderse a la fase posaguda de la COVID-19”, escribieron los autores.

Las personas en el país aún pueden solicitar al Gobierno pruebas caseras de detección de COVID sin costo. El Gobierno federal ha reiniciado su programa gratuito de pruebas en el hogar. Todos los hogares del país pueden solicitar cuatro pruebas caseras gratuitas en covidtests.gov; el envío también es gratis. 


Para información actualizada sobre la COVID-19 visita aarp.org/ElCoronavirus


Respuestas a las preguntas más frecuentes sobre la COVID-19


¿Cómo puedes contraer la COVID-19?

La COVID-19 es el nombre de la enfermedad causada por un coronavirus llamado SARS-CoV-2. Según los CDC, se transmite de tres maneras principales. Puedes contraer la COVID-19 tras inhalar, si estás cerca de una persona infectada que exhala pequeñas gotitas y partículas que contienen el virus. También puedes contagiarte si esas pequeñas gotitas y partículas caen en los ojos, la nariz o la boca (probablemente al toser o estornudar), o si tienes partículas de virus en las manos y luego te tocas los ojos, la nariz o la boca.

¿Quién corre riesgo de contraer COVID-19?

Toda persona puede contraer COVID-19, pero algunas corren un mayor riesgo de sufrir lo que los expertos llaman “enfermedad grave”, cuando es posible que se requiera hospitalización o cuidados intensivos. Los adultos mayores son más propensos que las personas más jóvenes y saludables a padecer una enfermedad grave a causa de la COVID-19. La gran mayoría de las muertes por COVID-19 en Estados Unidos han ocurrido entre personas de 50 años o más, y el riesgo aumenta con la edad.

Los adultos de cualquier edad con una enfermedad subyacente corren un mayor riesgo de complicaciones por una infección de coronavirus. Entre los factores:

  • Cáncer
  • Enfermedad renal crónica
  • Enfermedades pulmonares crónicas, entre ellas la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma (moderada a grave), enfermedad pulmonar intersticial, fibrosis quística e hipertensión pulmonar
  • Demencia u otros trastornos neurológicos
  • Diabetes (tipo 1 o tipo 2)
  • Síndrome de Down
  • Trastornos cardíacos (como insuficiencia cardíaca, enfermedad arterial coronaria, cardiomiopatías o hipertensión)
  • Infección por VIH
  • Un estado inmunodeprimido (sistema inmunitario debilitado)
  • Enfermedad hepática
  • Trastornos de salud mental, incluidos depresión y trastornos del espectro de esquizofrenia
  • Sobrepeso y obesidad (definido como un índice de masa corporal de 25 o más)
  • Embarazo
  • Enfermedad de células falciformes o talasemia
  • Tabaquismo, en el pasado o en la actualidad
  • Trasplante de un órgano sólido o de células madre sanguíneas (incluidos los trasplantes de médula ósea)
  • Derrame cerebral o enfermedad cerebrovascular, que afecta el flujo sanguíneo al cerebro
  • Trastorno por consumo de sustancias (como alcohol, opioides o cocaína)
  • Tuberculosis

¿Qué puedes hacer para reducir tu riesgo?

Vacúnate y recibe el refuerzo. La FDA ha aprobado oficialmente dos vacunas, de Pfizer-BioNTech y Moderna. La FDA también emitió una autorización de uso de emergencia (EUA) para una vacuna contra la COVID-19 desarrollada por Johnson & Johnson (J&J) y otra desarrollada por Novavax.

Las cuatro vacunas son eficaces para prevenir la hospitalización y la muerte a causa de la COVID-19. Las autoridades de salud pública recomiendan que todas las personas de 6 meses o más se vacunen, incluidas las personas que han tenido COVID-19.

Una vez que te hayas vacunado, deberías recibir el refuerzo. Todas las personas de 6 meses o más pueden recibir una vacuna de refuerzo bivalente, y los adultos mayores y las personas inmunocomprometidas pueden recibir una segunda dosis.

Otras maneras de reducir la probabilidad de enfermarse por COVID-19: usa una mascarilla facial de alta calidad en espacios públicos cerrados (consulta las nuevas pautas de los CDC sobre cuándo podrías necesitar una en tu comunidad), evita las multitudes y los espacios mal ventilados y lávate las manos con frecuencia.

¿Las vacunas tienen efectos secundarios?

Es común experimentar efectos secundarios leves a moderados después de vacunarse, como dolor en el brazo, dolor de cabeza, fatiga, dolor muscular y en las articulaciones, náuseas, fiebre o escalofríos, pero estas son “señales temporales y normales de que tu cuerpo está creando protección”, dicen los CDC.

Un pequeño número de personas que recibieron la vacuna han experimentado reacciones adversas a los fármacos. Estos eventos graves después de la vacunación contra la COVID-19 “son poco comunes, pero pueden ocurrir”, dicen los CDC. La anafilaxia, una reacción alérgica, ha ocurrida en una pequeña parte de la población vacunada. Por eso es posible que te pidan que esperes unos 15 minutos después de la inyección o el refuerzo para poder monitorear tus síntomas. Los proveedores de vacunas están equipados con medicamentos para tratar rápidamente la reacción.

Los funcionarios de salud también están monitoreando los informes de miocarditis o pericarditis en algunos adolescentes y adultos más jóvenes después de la vacunación con los productos de Pfizer, Moderna y Novavax. La mayoría de estos pacientes que recibieron cuidados respondieron bien a los medicamentos y se sintieron mejor rápidamente, dicen los CDC.

Otro evento poco común que se ha relacionado con la vacuna de J&J es un trastorno de coagulación muy infrecuente, pero grave, llamado síndrome de trombosis-trombocitopenia. Hasta marzo del 2022, se habían producido 60 casos de aproximadamente 14 millones de dosis administradas; nueve personas han muerto a causa de este trastorno. Las mujeres de entre 30 y 40 años corren mayor riesgo. Después de analizar la evidencia del evento negativo, los CDC decidieron el 16 de diciembre del 2021 recomendar las vacunas de Pfizer y Moderna sobre el producto de J&J; la FDA ha limitado su autorización desde entonces. 


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¿Puedes contraer COVID-19 incluso si estás completamente vacunado?

Las vacunas contra la COVID-19 pueden ayudar a prevenir una infección por coronavirus, y son muy eficaces para prevenir enfermedades graves a causa de la COVID-19. Según datos federales de febrero del 2023, las personas no vacunadas tienen más de 10 veces más probabilidades de ser hospitalizadas con COVID-19 que sus pares vacunados quienes están al día con sus vacunas contra la COVID-19. Las tasas de mortalidad también son mucho más altas entre los adultos no vacunados.

A pesar de estas protecciones, las vacunas no son un 100% eficaces para detener el virus —y los datos preliminares demuestran que ómicron elude la protección de la vacuna más que las variantes anteriores—, por lo que todavía es posible que las personas completamente vacunadas contraigan la COVID-19. Esto se denomina una “infección posvacunación”.

Aunque las personas con infecciones posvacunación tienen menos probabilidades de desarrollar una enfermedad grave a causa de la COVID-19 que las personas no vacunadas, aun así pueden ser contagiosas y propagar el virus a otros. Usar una mascarilla en entornos públicos cerrados puede ayudar a evitar que las personas con enfermedades asintomáticas o leves propaguen el virus a otras personas sin saberlo.

¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?

Las personas con COVID-19 han reportado una amplia variedad de síntomas que típicamente aparecen de dos a 14 días luego de la exposición al virus, incluidos:

  • Fiebre o escalofríos
  • Tos
  • Falta de aire o dificultad para respirar
  • Fatiga
  • Dolor corporal o muscular
  • Dolor de cabeza
  • Pérdida del gusto o el olfato
  • Dolor de garganta
  • Congestión o secreción nasal
  • Náuseas o vómitos
  • Diarrea

Esta lista no es exhaustiva, y se han observado síntomas más inusuales durante toda la pandemia, desde complicaciones cognitivas hasta erupciones cutáneas. Una prueba de COVID-19 puede ayudarte a determinar si tienes una infección. La mayoría de las personas con COVID-19 pueden recuperarse en sus hogares. Sin embargo, si presentas síntomas alarmantes —dolor o presión en el pecho; desorientación o confusión; piel, labios o uñas pálidos, grises o azulados; dificultad para respirar; o incapacidad para despertarte o permanecer despierto— debes buscar atención médica de inmediato.

¿Qué debo saber sobre las pruebas?

Las pruebas pueden ayudar a mantenerte seguro y mantener seguras a otras personas a tu alrededor. Si tienes síntomas, hazte una prueba.

La mayoría de las compañías de seguros de salud cubren el costo de las pruebas en el hogar para los participantes del plan. Los beneficiarios de Medicare pueden recibir hasta ocho pruebas de venta libre cada mes, sin costo alguno.

¿Qué debes hacer si te enfermas?

Si tu prueba es positiva, habla con tu médico de inmediato sobre los tratamientos.

Es importante que permanezcas en casa y te separes de los demás durante al menos cinco días si tienes un resultado positivo en la prueba de COVID-19, incluso si no tienes síntomas y no te sientes enfermo, y durante al menos 10 días debes usar una mascarilla cuando estés cerca de las demás personas.

Si tus síntomas persisten después de cinco días, es posible que tengas que aislarte durante más tiempo. Los CDC tienen pautas de aislamiento para escenarios específicos, incluso para personas inmunocomprometidas. Mantente hidratado, realiza un seguimiento de tus síntomas y mantente en contacto con tu proveedor de atención médica. Tal vez califiques para recibir un tratamiento que puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar complicaciones. Si notas alguno de los siguientes síntomas, busca atención médica inmediata: dificultad para respirar; dolor persistente o presión en el pecho; confusión; incapacidad para despertarte o mantenerte despierto; piel, labios o uñas pálidos, grises o azulados, según el tono de la piel.

¿Hay tratamientos?

Sí. Hay varios medicamentos disponibles para tratar la COVID-19, aunque la lista cambia a medida que surgen nuevas variantes. En Estados Unidos hay tres tratamientos disponibles para tratar las subvariantes de ómicron actualmente en circulación: 

  • Paxlovid, una pastilla antiviral recetada de administración oral
  • Veklury (remdesivir), un medicamento antiviral administrado por vía intravenosa
  • Lagevrio (molnupiravir), una pastilla antiviral recetada de administración oral 

Si tienes un resultado positivo en la prueba de COVID-19, habla con tu médico de inmediato sobre las opciones de tratamiento. Estos medicamentos funcionan mejor cuanto antes empieces a tomarlos. 

¿Cuáles son las variantes?

Los funcionarios de salud pública han identificado varias nuevas cepas del coronavirus; algunas son más contagiosas y podrían ocasionar una enfermedad más grave. En Estados Unidos, la principal variante de preocupación es ómicron y sus subvariantes.

Pfizer y Moderna tienen vacunas de refuerzo que combaten mejor la variante ómicron. Las autoridades de salud recomiendan que todas las personas completamente vacunadas reciban un refuerzo específico contra ómicron para ayudar a prevenir una enfermedad grave a causa de una infección por coronavirus.

¿Qué es la COVID prolongada?

Muchos sobrevivientes de COVID-19 enfrentan síntomas persistentes durante semanas o meses después de la infección, incluso si la infección inicial fue leve o asintomática. Tienen mareos, insomnio, confusión, taquicardia o una serie de otros efectos duraderos que les impiden reanudar su vida normal. Un informe publicado por los CDC (en inglés) encontró que hasta uno de cada cuatro adultos mayores con COVID-19 tenían síntomas nuevos o persistentes. Los expertos recomiendan que los pacientes que tuvieron COVID-19 y tienen síntomas prolongados procuren la atención de un proveedor médico. Varios hospitales y centros de investigación de Estados Unidos han establecido clínicas especiales y servicios de rehabilitación para sobrevivientes.

Esta nota se actualizará periódicamente a medida que surja nueva información. Consulta regularmente esta página.


Rachel Nania escribe sobre atención médica y políticas de salud para AARP. Anteriormente fue reportera y editora de WTOP Radio en Washington, D.C. Recibió un Premio Gracie y un Premio Regional Edward R. Murrow, y también participó en un programa sobre demencia con la National Press Foundation.